Mi querida:
Tengo que confesarte esto que me quema en el interior.
Debes saber que me gusta sentirte cerca porque me aleja un poco de mi, me gusta sentir tus manos en mi cintura e imaginar como van resbalando hasta envolverme totalmente.
Me he encontrado buscando los lindos ojos que se esconden bajo tus lentes; impregnarme de tu infinita mirada tan sencilla y seductora, y para no ser descubierta, disimular cuando me miras mientras finjo indiferencia.
No se que es lo que me pasa, pero cuando estoy contigo siento aquella tranquilidad y felicidad que se había escapado tras la huella de él.
Mi querida Dorothy Y. es tan desesperante no poder ser una parte ti, esta barrera me hace añorarte más, aunque yo sé que es meramente imposible tenerte, me limito soñar contigo disfrutando del éxtasis de nuestras almas viajando hacia una nueva locura.
Quiero que sepas que hay algo en ti que me hace quererte de una forma inexplicable.
Atte. Alicia
En cuanto terminé de leerla volví a sentir el soplo del aire en mis manos y la carta comenzó a consumirse en un fuego que no quemaba, hasta que las cenizas fueron formando una cereza en mi mano que después la guardé en mi bolsillo.