Sonrío para no llorar, para no hacer parecer a los problemas pequeños
como cosas enormes e insostenibles a si mismas.
En ocaciones me da por
llorar para no dejar que mi alma se ahogue.
Me enamoro para sentir el
chispazo de felicidad que otorga.
Pero sin más, aveces solo sonrío por simple, lloro por melancólica y me enamoro por torpe.
2/18/2014
2/13/2014
Al soñar
Iba corriendo entre casas de colores vivos con techos inclinados con
tejas, los callejones iban en zigzag con pisos de adoquín, estaba oscureciendo
y el color naranja-rojizo daba la sensación de calor. Por fin llegué a un monte
con varias escalinatas distintas que te dejaban llegar a la continuación de la
calle, al llegar arriba me encontré con varias plataformas mas altas de lo que yo era entre
cada una pero sin acceso a ellas, escalé hasta llegar arriba, en el fondo de la
última plataforma había un bulto al centro, distinguí
la forma de una niña de cuclillas, me acerqué y empecé a rodearla buscando su
cara pero por más que caminaba a su alrededor la figura continuaba de perfil. El
tiempo había pasado y todo era oscuro, mientras miraba hacia el camino que
había recorrido las construcciones se volvieron pequeñas y se desvanecían
entre la vegetación que empezó a crecer. La niña frente a mí se levantó y fue
cuando recordé que estaba huyendo de ella, di un paso atrás y caí hacia
adelante en un abismo. Cerré los ojos y cuando los volví a abrir estaba en el
mismo sitio donde había empezado a correr, con mucha gente rodeándome, busqué
hacia los lados el camino para correr y en ese momento recordé que no estaba
huyendo, estaba persiguiéndome a mí misma a través de las calles al atardecer.
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