Sonrío para no llorar, para no hacer parecer a los problemas pequeños
como cosas enormes e insostenibles a si mismas.
En ocaciones me da por
llorar para no dejar que mi alma se ahogue.
Me enamoro para sentir el
chispazo de felicidad que otorga.
Pero sin más, aveces solo sonrío por simple, lloro por melancólica y me enamoro por torpe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario