Mantengo las murallas altas para evitar los ataques enemigos,
aunque el verdadero problema suele venir de quienes tienen mi confianza.
MmSkrltt
10/26/2015
10/08/2015
10/07/2015
Sólo así
El mayor enemigo que me detiene soy yo misma, por que mis pensamientos me detienen, por que mis miedos me piden detenerme a pensar, pero lo que más me cuesta trabajo es aceptar el hecho de que no me he rendido y debo seguir.
8/13/2015
Carta de alianza
Hola
¿Qué tal has estado? Espero bien. Hace tiempo, mucho tiempo para ser sincera, que pienso en ti, hace tanto que nos dejamos, bueno, para ser más justos, que decidí que era momento de enterrarte en el fondo de mi mente. ¿Recuerdas por qué? Seguro que sí, pero no está de más escribirte mi versión. Corría el año de dos mil algo y ya llevábamos mucho tiempo defendiéndonos, cuidándonos, eras mi escudo y yo la espada, tú eras mi tenacidad y yo el motor, recuerdo que íbamos bien, llevábamos bastante tiempo soportando tempestades y pisando los cadáveres de quienes no nos ayudaban a seguir. Me encanta el modo en que ahora se ven las cosas, desde lejos y fuera del paisaje, pero empezamos a tener problemas, no sólo éramos tu y yo, empezaron a haber dudas, inseguridad, desconfianza y todo ello nos llevó (me llevó) a tomar la decisión de dejarte libre (escondido) en lo más profundo de mi. Sé que me advertiste que las cosas iban a ser más difíciles sin ti y que te debilitarías, aunque ahora veo que tenías razón, era un mal necesario estar distantes para poder desarrollar otras habilidades.
Han pasado estos años, y a razón de darme cuenta que realmente te necesito, he decidido dejarte volver a mi vida, pero ya no dependo de ti, debemos darnos la mano seguir, necesito que acalles mi conciencia, que me enfríes la mente, que caminemos por el pavimento, con paso firme y audaz, siempre hacia la meta.
¿Qué tal has estado? Espero bien. Hace tiempo, mucho tiempo para ser sincera, que pienso en ti, hace tanto que nos dejamos, bueno, para ser más justos, que decidí que era momento de enterrarte en el fondo de mi mente. ¿Recuerdas por qué? Seguro que sí, pero no está de más escribirte mi versión. Corría el año de dos mil algo y ya llevábamos mucho tiempo defendiéndonos, cuidándonos, eras mi escudo y yo la espada, tú eras mi tenacidad y yo el motor, recuerdo que íbamos bien, llevábamos bastante tiempo soportando tempestades y pisando los cadáveres de quienes no nos ayudaban a seguir. Me encanta el modo en que ahora se ven las cosas, desde lejos y fuera del paisaje, pero empezamos a tener problemas, no sólo éramos tu y yo, empezaron a haber dudas, inseguridad, desconfianza y todo ello nos llevó (me llevó) a tomar la decisión de dejarte libre (escondido) en lo más profundo de mi. Sé que me advertiste que las cosas iban a ser más difíciles sin ti y que te debilitarías, aunque ahora veo que tenías razón, era un mal necesario estar distantes para poder desarrollar otras habilidades.
Han pasado estos años, y a razón de darme cuenta que realmente te necesito, he decidido dejarte volver a mi vida, pero ya no dependo de ti, debemos darnos la mano seguir, necesito que acalles mi conciencia, que me enfríes la mente, que caminemos por el pavimento, con paso firme y audaz, siempre hacia la meta.
Discúlpame mucho, orgullo mío, es hora de una alianza porque
no quiero volver a decir esa frase que nos separó, no quiero volver a rendirme ante nadie ni nada.
1/31/2015
Gustos sencillos
Hay noches en que suelo sentarme a la luna, fumo un cigarrillo y disfruto del fresco de la madrugada, otras en que me gusta escuchar el tintineo de la lluvia al chocar con las láminas del techo, y en otras, como esta, me gusta recostarme cubriendome con un brazo los ojos y lloro en silencio.
1/13/2015
Después de 1,807 días regresó a mi esa sensación de silencio.
La soledad en medio del mundo y el vacio del corazón.
El pensarte como un sueño lejano, como un recuerdo que se consume, como las notas de mi violín que con el tiempo callan.
Eras la luna junto a mi sol, el candór de mis verbenas, la sofocante arena de las ventiscas.
Y como tal te seguiré guardando hasta la muerte que te deseo, hasta que no pueda recordar tu abrazo y tu olvides mi mirada.
Te escribo a ti, mi querida amiga y la mas puta de todas.
La soledad en medio del mundo y el vacio del corazón.
El pensarte como un sueño lejano, como un recuerdo que se consume, como las notas de mi violín que con el tiempo callan.
Eras la luna junto a mi sol, el candór de mis verbenas, la sofocante arena de las ventiscas.
Y como tal te seguiré guardando hasta la muerte que te deseo, hasta que no pueda recordar tu abrazo y tu olvides mi mirada.
Te escribo a ti, mi querida amiga y la mas puta de todas.
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